UN POCO DE SU HISTORIA

Radovljica, Kranj y Skofka Loka
La capital, Ljubljana, y Kamnik

25 Martes. Radovljica, Kranj y Skofka Loka
Recorrido: Radovljica-Kranj-Skojka Loka-Smlednik
Pernocta: Camping de Smelednik

Nos levantamos tarde, alrededor de las 8,30 y nos movemos con mucha tranquilidad, dejando el camping a las 10,30 para visitar Radovljica que cuenta con una bonita plaza de origen medieval con pinturas en algunas de las fachadas de sus casas pero sin restaurar.

Pusimos rumbo a Kranj y en el aparcamiento donde dejamos nuestra autocaravana, hay otra española de la P.A.C.A. De la visita a esta ciudad destacamos la calle principal de armoniosas casas que en línea recta nos conduce hasta la plaza, aunque se echa de menos una buena restauración. La guía Anaya que llevamos y que por lo visto, lleva casi todo el mundo, nos confunde desorientándonos con sus explicaciones y da más la sensación de que “vagamos” por la ciudad sin rumbo sin encontrar casi nada de lo que describe, que pasear por ella descubriendo sus rincones.

Pusimos así rumbo hacia Skofka Loka con grandes aparcamientos a la entrada.. El casco antiguo está cerrado al tráfico. Dada nuestra experiencia en Kranj, nos dirigimos a la oficina de turismo a pedir un mapa que al menos no nos “descolocara”.Por un puente de piedra accedemos a esta bonita ciudad que se visita en poco tiempo y además se disfruta. A parte de este puente, la plaza, una calle que lleva a ella y un rincón donde se encuentra la antigua escuela, son quizás los lugares más pintorescos de esta localidad.

Con mucho calor dejamos atrás esta ciudad en busca de un lugar un poco más fresco para comer. Pero es realmente difícil encontrarlo y al final no tenemos más remedio que retirarnos a un lado de una carretera con mucho tráfico, pero a la sombra.

Siguiendo el consejo que nos dieron los maños de Bled, buscamos el camping de Smlednik a donde llegamos a las 17h. El sitio es realmente estupendo, muy arbolado, aterrazado y muy tranquilo. Tiene una zona naturista, y a primera vista parece la más bonita, pero los chicos se niegan así es que buscamos fuera de esta área y había donde elegir. El camping nos cuesta 27 euros y tiene ping-pong, boley playa, futbol, ajedrez gigante, río con playita y un par de estupendas pistas de tenis de tierra batida que no usamos por que hacía un calor de justicia y decidimos acercarnos al río a darnos un baño con Mara. Pero el agua estaba helada, por lo que yo no paso de mojarme los pies. A Mara decido refrescarla y cuando sale, echa a correr “perdiendo el rabo”. En un principio atiende a mi llamada pero entre ella y yo se interpone una barca neumática, así es que continua su huida y yo detrás de ella en una, supongo, cómica carrera en la que pierdo una chancla. Me van diciendo por donde la han visto y parece que va directa a la autocaravana, donde me la encuentro con los chicos y con carita de cordero degollado. Casi sin resuello y con un pie maltrecho, la regaño y la castigo. Me maravilla que haya encontrado a la primera la camper ya que estábamos lejos del río.

Por la tarde se dejan oir algunos truenos, pero sólo es una amenaza, aunque pasamos una buena noche.

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26 Miercoles. La capital, Ljubljana y Kamnik

Recorrido: Smlednik-Ljubljana-Kamnik
Pernocta: Camping de Kamnik

A las 8,30 los termómetros marcan ya 24ºC. Tras charlar con un grupo de españoles que están en el país para escalar ponemos rumbo a la capital a Ljubljana y una vez allí aparcamos sin problemas en una céntrica calle cercana a la Universidad y bajamos hasta el río alrededor del cual se vertebra la zona más histórica y con más vida de la ciudad. Atravesamos el río por uno de sus puentes y paseamos por mestni trg, sus continuaciones a derecha e izquierda, Stara trg y ciril-metodov hasta una gran plaza llena de puestos de mercadillo. Es una bonita ciudad, sencilla, sin grandes pretensiones, pero elegante, luminosa y armoniosa que hay que saborear. El mercadillo está lleno de puestos donde venden fruta y verdura, pero también artesanía, entre la que me llama la atención el vidrio.

Como a mi me encantan los mercadillos y hay que regresar a la camper a poner otra hora de aparcamiento, decidimos que yo me quedo disfrutando de los puestos y que ellos hagan el viaje de ida y vuelta. De nuevo juntos decidimos probar los helados, de los que había leído que eran estupendos, pero, o no hemos dado con el puesto adecuado, o realmente no son tan deliciosos. Son buenos, eso sí, pero no para tirar cohetes. Comenzamos el regreso atravesando el Tromostovje o puente triple y esta vez seguimos la Hribarjevo nabr.junto al río disfrutando de su tranquilo y limpio discurrir con sus orillas llenas de plantas y flores de distintos colores.

Pero cuando llegamos ….oh sorpresa! Nos han robado los dos faros traseros de la camper, los bloques completos. Aparece el hueco vacío con los cables colgando. Al principio pienso que nos han dado un golpe, luego asimilo que los han robado y me surge la duda como en un “flash” de si han robado los delanteros también, e incluso las ruedas. Pero afortunadamente no es así. Sorprendidos aun, paramos un coche de la policía y le contamos lo sucedido. Su primera respuesta es que llamemos al 113 y esperemos un coche patrulla para ir a la comisaria a lo que les pedimos que si no pueden resolverlo ellos. Se consultan y nos llevan amablemente a la comisaría más cercana, que está más bien lejos. No nos lo podemos creer: en una calle céntrica, a las 12 de la mañana y en una de las capitales más seguras de Europa!. Ya en comisaría nos toman declaración y fotografían la autocaravana. Mientras esperamos hago una llamada a la embajada española para preguntar si lo estamos haciendo bien y así nos lo confirman. Tras una media hora, nos entregan la denuncia, nos dicen que tengamos cuidado que suelen robar bolsos con el procedimiento del tirón y romper cristales de coches para robar en su interior, pero que el robo de los faros, no es habitual. A nuestra pregunta, nos indican el camino para llegar a un servicio oficial Fiat y poder comprar otras luces. De camino, recibimos una llamada del Consulado español para indicarnos donde podemos encontrar una Fiat. Realmente han sido eficientes. En unas circunstancias tan desagradables es un consuelo no sentirte tan “solo”.

Ya en el servicio oficial nos hacen esperar una hora y media que aprovechamos para comer y tras el abono de 157 euros nos ponen los nuevos y nos alejamos de la ciudad. Bonito recuerdo nos deja!! Y encima “dando gracias” por que podía haber sido peor, haber ocurrido en un pueblucho alejado de la capital, o en un sábado por la tarde, o habernos destrozado algo.
Tratando de olvidar este desagradable incidente, continuamos con nuestro viaje hasta Kamnik, la cual no resulta facil de encontrar y me acuerdo de que alguien nos dijo que el país estaba bien señalizado. No es así. Pero llegamos.

Histórica y vieja ciudad, tras subir al castillo, que tiene una curiosa capilla en tres “pisos”, es decir, una encima de otra y contemplar unas bonitas vistas de ésta rodeada de bosques con gran variedad de especies, como en todo el país, paseamos por su casco viejo de elegantes y cuidadas calles rectilíneas acompañados por mucho calor al que se suma la humedad, lo que aumenta esta sensación.

Nos dirigimos al camping de Kamnik y para sorpresa nuestra, solo cuesta 14 euros en un bonito lugar, en la zona deportiva de la ciudad, con piscina, voley-playa, futbol y tres pistas de tierra de batida de tenis, aunque a parte del camping. Solo que los servicios son un poco “cutres” aunque limpios y las duchas “compartidas”, es decir, 3 cabinas para todos, así es que hay que mirar antes de salir en “porretas”.
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